Nosotros

Saludos del presidente

Queridos peregrinos:
Tras las últimas elecciones, en la que he salido reelegido, quiero trasmitiros que sigo a vuestra entera disposición cumpliendo la misión para la que he sido designado, y
lo hago con entusiasmo e ilusión. Me gustaría también hacer un llamamiento a
todos porque la hospitalidad sigue adelante gracias al empujón de cada uno, y necesitamos apoyarnos en esta tarea poniendo nuestras manos al servicio de la Virgen acercando a los enfermos.

Este año 2019 la peregrinación será del 22 al 25 de junio. Os animo a acudir, un año más, y a trasmitir vuestro entusiasmo y alegría a los más necesitados como son nuestros peregrinos enfermos para ponerlos frente a la Virgen en su Gruta.

Os agradecería que trataseis de hacer llegar este mensaje a personas con movilidad reducida para que encuentren en nuestra hospitalidad una gran posibilidad de peregrinar, a pesar de sus dificultades o enfermedades, y comprueben que disponemos de los medios necesarios para superar los “problemas” que puedan tener en los traslados y en la atención médica que precisen ya que contamos con un maravilloso equipo médico sanitario que estudia, antes de la peregrinación, los informes de cada enfermo para tener seguridad en los tratamientos que precisen.

Muchísimas gracias por vuestro apoyo, dedicación y cariño.

Federico Diez del Corral

Presidente

Queridos amigos:
Para introducirnos en la Peregrinación de 2019, con el tema «Bienaventurados vosotros los pobres», el P. André Cabes, rector del Santuario de Lourdes, nos invita a «sondear el corazón de Bernardita Soubirous»
El año 2019 celebra el 175 aniversario del nacimiento de Bernardita Soubirous y el 140 de su muerte. Estos acontecimientos permiten profundizar su testimonio de vida y estar atentos a su testamento espiritual.
 La pequeña Bernardita, que recibió las confidencias de la Virgen María 18 veces durante las Apariciones de Lourdes en 1858, se ha convertido en santa, no por haber tenido las visitas de María, sino por su manera de vivir de ellas. Nos invita a seguirla por este camino del Evangelio y la verdadera vida.
« Bienaventurados vosotros, los pobres » más que un tema del año, un programa de santidad.
En este año de la Misión Diocesana “Euntes” esperamos poder dejar en Lourdes un gesto concreto de solidaridad vivida, un gesto que nos inspire para la vida ordinaria, una vez que regresemos a casa.
Camino de Bernardita, trazado por María. Camino del Evangelio, anunciado a los pobres, a través de la miseria misma, del mal y el barro. Camino de una felicidad con sabor a manantial, que hay que compartir. Comunión a la vida misma de Jesús, que se hizo pobre para enriquecernos de su pobreza.
El Papa Francisco en su Mensaje para la Jornada Mundial de los Pobres nos decía que no olvidemos que para los discípulos de Cristo, la pobreza es ante todo vocación para seguir a Jesús pobre. Es un caminar detrás de él y con él, un camino que lleva a la felicidad del reino de los cielos (cf. Mt 5,3; Lc 6,20).
«Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis» (Mt 25,40). Estos hermanos más pequeños, sus predilectos, son el hambriento y el enfermo, el forastero y el encarcelado, el pobre y el abandonado, el que sufre sin ayuda y el necesitado. Sobre sus caras podemos imaginar impreso su rostro; sobre sus labios, incluso si están cerrados por el dolor, sus palabras«Esto es mi cuerpo» (Mt 26, 26). En el pobre, Jesús llama a la puerta de nuestro corazón y, sediento, nos pide amor. Cuando vencemos la indiferencia y en el nombre de Jesús nos prodigamos por sus hermanos más pequeños, somos sus amigos buenos y fieles, con los que él ama estar.
Que la Virgen Inmaculada, Ntra.  Sra. de Lourdes, interceda para que los frutos de la Misión Diocesana sean prenda de un renovado empuje en la vida cristiana.
A todos, mi saludo cordial y mi oración                   
Rafael Gil Vicuña
                                              Consiliario de la Hospitalidad de Lourdes de La Rioja

Saludos del Obispo

Queridos hermanos de la Hospitalidad de Lourdes:
Al escribiros estas palabras ya en el preludio de la próxima peregrinación a Lourdes y teniendo todavía muy presente el acto de inicio y envío de la Misión Diocesana, quiero agradeceros de corazón el esfuerzo que todos hicisteis por participar en aquella celebración, unidos a toda la Iglesia diocesana.

Vuestra presencia aquel día en la plaza de toros, acompañando a nuestra querida Virgen de Lourdes, fue testimonio alentador para tantos hermanos que, como vosotros, tenemos el deseo de ser felices en medio de nuestras circunstancias vitales, especialmente las que marcan el día a día de nuestra vida.

En esa búsqueda incansable de felicidad, a veces difícil de alcanzar por la dureza de lo que va aconteciendo en nuestra historia personal, siempre estáis vosotros para gritar al mundo que la felicidad está en reconocer la verdad de nuestro corazón, para ver dónde colocamos la seguridad de nuestra vida. (Cf. Gaudete et exultate, 67)
Sin duda, como pasa en nuestra peregrinación a Lourdes cada año, aquel día, toda la Iglesia riojana reunida en un mismo lugar pudo contemplar la entrega de los voluntarios acompañando a tantos hermanos con grandes dificultades de movilidad a causa de sus enfermedades y, a la vez, contemplar el agradecimiento, la serenidad y la confianza de quienes necesitáis ese acompañamiento y ayuda física.

La entrega de los voluntarios y la confianza que depositáis en ellos quienes necesitáis su ayuda, nos hablan de vuestro deseo por colocar las seguridades de vuestras vidas en aquello que os mantiene pobres de espíritu, porque es ahí donde sabéis que está vuestra felicidad: “Felices los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos” (Lc 6,20).

Vosotros, mejor que nadie, dais testimonio de que la enfermedad es una de las experiencias más duras de despojo de todo aquello que suele hacer que el corazón se sienta rico. Es el despojo de esas riquezas que tantas veces hacen que el Señor de la Vida no tenga espacio en nuestra historia personal y que la novedad que nos trae su Palabra pase desapercibida (Cf. Gaudete et exultate, 68).

Por ello, a todos: a los enfermos, a las personas que sufren, a los familiares, médicos, enfermeras y voluntarios; deseo animaros a vivir cada uno de los momentos de preparación de la peregrinación y la propia peregrinación, haciendo el ejercicio de reconocer la verdad de vuestro corazón y tratando de abrazar esa pobreza de espíritu que es camino de santidad y que hará que la peregrinación de
este 2019 sea una primicia del reino de los cielos.

Preparad la peregrinación con esa ilusión desbordante que veo en vosotros cada año, con la profesionalidad y el cariño con el que cuidáis cada detalle.

Contad con mi apoyo, mi presencia, mi oración y bendición de Pastor Diocesano.

+ Carlos Escribano Subías,
Obispo de Calahorra y La Calzada – Logroño

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